Violencia contra las mujeres que defienden los derechos humanos

Lanzan el primer diagnóstico que muestra las agresiones contra defensoras de derechos humanos en Mesoamérica.

Entre 2010 y 2012 fueron asesinadas 38 defensoras de derechos humanos de México, Guatemala y Honduras. En estos países, junto con El Salvador, se registraron 414 agresiones. Son algunos de los datos que revela el «Diagnóstico 2012: Violencia contra Defensoras de Derechos Humanos en Mesoamérica», que apunta que en un 87% de los casos, los agresores fueron actores estatales.

«Resulta alarmante el contexto de impunidad y violencia que estamos viviendo. Nos parece que tiene que ser ocupación de toda la sociedad y por su puesto de los medios de comunicación divulgar la vulnerabilidad de las mujeres que están defendiendo los derechos de toda la ciudadanía», expuso Marusia López, coordinadora de Asociadas por lo Justo (JASS por sus siglas en inglés).

Este Diagnóstico es el primero de su tipo en la región al desagregar la información por sexo. Por eso, este diagnóstico avanza en la comprensión de lo que están viviendo las defensoras y de la situación de violencia que enfrentan y ha servido para mostrar cómo en un 40% de los casos se identificó un componente de género.

Las agresiones más comunes hacia defensoras son las amenazas, las advertencias, los ultimátum, el uso excesivo de la fuerza, la intimidación, el hostigamiento psicológico, la calumnia, la tortura y los tratos crueles y degradantes.

Este diagnóstico fue presentado el 9 de septiembre en el marco de un encuentro regional de defensora de derechos humanos que se llevó a cabo en Suchitoto del 6 al 8 septiembre, en el que participaron más de 187 defensoras de distintos movimientos sociales con el objetivo de fortalecer alianzas y estrategias para la protección integral de las defensoras de derechos humanos en Mesoamérica.

El encuentro y el documento fueron desarrollados por la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras, una articulación de organizaciones de Centroamérica y México que nació debido a la preocupación por el aumento a las agresiones a defensoras que hace cada vez más difícil su labor en esta región y debido a la incapacidad del Estado de defenderlas.

Guatemala es el país donde se da el mayor registro de agresiones a defensoras, según el Diagnóstico. Sólo en el 2012 se registraron en el país 126 ataques contra defensoras. Quienes defienden el derecho a la defensa del territorio y a la alimentación fueron las más atacadas. Según Ángela Fuentes, de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos (UDEFEGUA), «esto hace ver que quienes defendemos derechos somos una amenaza para el Estado».

De hecho, algunas de las siete defensoras que han sufrido intentos de asesinato contaban con medidas cautelares, lo que, según Fuentes, muestra que » el Estado no está cumpliendo con su deber de protección».

Según el documento, el Estado, el ejército y las fuerzas de seguridad privada de las empresas —principalmente las hidroeléctricas, de extracciones mineras y de siembra de palma africana— son los principales agresores de las defensoras guatemaltecas.

La violencia, las amenazas, la intimidación y los ataques también han sido en torno a las hijas y los hijos de las defensoras, lo que ha hecho que muchas hayan tenido que esconderse durante un tiempo, perjudicando su labor.

En México, las defensoras aseguraron que la descomposición institucional que se vive en el país se refleja en la incapacidad del Estado de proteger la vida de su ciudadanía.

«Son 70 mil personas muertas en los últimos seis años por el combate a una guerra contra el narcotráfico, 27 mil desaparecidos y 250 mil personas desplazadas por el terror generado por la política de los gobiernos, de los tres poderes y por poderes fácticos que tienen secuestrado el estado de derecho», enumeró Ana María Hernández, directora del Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, añadiendo que el país ha perdido la capacidad para garantizar la estabilidad de las instituciones y la justicia, lo que se refleja en que el propio Estado admite que el porcentaje de impunidad alcanza el 97%.

Este porcentaje aumenta si se habla de feminicidios, donde la impunidad alcanza el 99%.

Además, las defensoras de derechos humanos acusaron al gobierno de haber criminalizado la protesta social. Las agresiones en México se concentran en las defensoras del territorio y en quienes defienden el derecho a la libre interrupción del embarazo.

Honduras es el segundo país de la región que contabiliza más agresiones a defensoras de derechos humanos, con un total de 119. De ellas, destacan las 95 que tuvieron como víctimas a defensoras de derechos relacionados con la defensa de la tierra, el territorio y los recursos naturales. Esto da cuenta del papel cada vez más prominente jugado por las mujeres en las luchas por el territorio y de los altísimos niveles de confictividad social generados por la imposición de políticas neoliberales que privilegian los intereses privados sobre los bienes comunes.

En El Salvador se registraron 51 agresiones contra defensoras. La mayoría, 20, defendían los derechos sexuales y reproductivos, seguidas de quienes defienden la vida libre de violencia, que eran 13 y de quienes luchan por los derechos a la participación política y comunitaria de las mujeres, 12. Por último, sufrieron agresiones seis defensoras que trabajan por los derechos laborales.

Alejandra Burgos, “miembra” de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, reconoció que, aunque se está trabajando para coordinarse con otros movimientos sociales, como el que lucha contra las explotaciones mineras, la falta de una comunicación fluída hace que, en el caso de El Salvador, el diagnóstico no recoja todas las agresiones ejercidas contra defensoras de derechos humanos.

Vea el “Diagnóstico 2012: Violencia contra Defensoras de Derechos Humanos en Mesoamérica».

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