Sufrió una complicación en el proceso de gestación que derivó en la pérdida del embarazo, Manuela, fue condenada a 30 años de cárcel por homicidio agravado, un delito que no cometió ella padecía cáncer linfático. Murió en la prisión dos años después de ser condenada sin haber recibido el tratamiento necesitaba para la grave situación de salud que enfrentaba, el Estado salvadoreño le falló a esta mujer.
En semanas recientes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH admitió una demanda en contra del Estado salvadoreño por la sistemática violación de derechos humanos que vivió Manuela. Era “obligación del Estado, respetar los derechos y adoptar las disposiciones internas que garantizaran: la integridad, libertad personal de pensamiento y expresión, además de las garantías judiciales que permitieran proteger su vida, salud y protección de la familia entre otras”.
El pasado 27 de abril de 2017 las organizaciones aglutinadas en la Alianza por la Vida y Salud, se presentaron en la Asamblea Legislativa con un memorial recordando la vida y valentía de Manuela, quien dejó en la orfandad a dos hijos que hoy día continúan bajo los cuidados de sus abuelos maternos. Para Dennis Muñoz, abogado de la familia dijo que por padecer una grave enfermedad ella tenía derecho a extinción de la pena a la que fue condenada, además aseguró que la familia tiene derecho a una reparación justa y garantizar el derecho a la educación de los hijos.
Por su parte la Agrupación a 20 años de la penalización absoluta del aborto en El Salvador, los derechos humanos de las mujeres han sido “irrespetados” demandando de la Asamblea Legislativa la pronta resolución favorable de la propuesta de reforma de ley por cuatro causales, ya que con la legislación actual cualquier mujer podría ser Manuela, Muñoz expresó que no “queremos que otras mujeres sufran la condición de discriminación sufrió Manuela”
Para las organizaciones “el caso Manuela le brinda a la CIDH la oportunidad de reiterar la obligación en cabeza del Estado” la protección de la salud y vida de las niñas y las mujeres.
Jorge Menjivar.