Más de 3,000 mujeres recorrieron las principales calles de San Salvador durante la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Mujeres que pertenecen a diversos sectores: emprendedoras, estudiantes, activistas de todos los rubros, defensoras de derechos humanos, población LGBTI, entre otras, recorrieron el pasado 8 de marzo alrededor de cuatro kilómetros en los que por medio de, consignas y diversas expresiones artísticas reivindicaron la lucha por una vida libre de violencia y derechos para todas las mujeres.
Las asistentes que conformaron la tradicional marcha, expresaron su repudio ante el alza de casos de violencia contra la mujer, la penalización absoluta del aborto, la militarización del Estado, la explotación indiscriminada del territorio salvadoreño por la empresa privada, la exclusión de las mujeres con discapacidades físicas, la protección de victimarios que realizaron actos de lesa humanidad durante el conflicto armado por medio de la ley de Amnistía y la falta de interés de la Asamblea Legislativa al aprobar la ley de identidad para la población LGBTI.
Las feministas salvadoreñas exigieron al Estado salvadoreño durante su recorrido el ejercicio de una administración transparente a favor de las diversas poblaciones; así como también, el impulso de políticas públicas que fortalezcan la autonomía de las mujeres, tanto en lo económico como en las decisiones sobre sus cuerpos-territorios, incluyendo la despenalización del aborto por la salud y la vida de las mujeres.
Más de 30 organizaciones sociales también pidieron garantizar el acceso a la Educación Integral en Sexualidad desde una perspectiva científica y laica; incluyendo, el respeto a los derechos laborales de las mujeres en distintos ámbitos profesionales.
En esta manifestación que reivindicó la lucha feminista en El Salvador y Latinoamérica, cabe destacar que la mayoría de bloques fue dirigido por mujeres jóvenes que por medio de expresiones artísticas mostraron la creatividad y la alegría combativa del feminismo para plantear sus exigencias enfocadas a la eliminación del acoso en todos los ámbitos y el respeto a la vida de las mujeres.
Lissania Zelaya de la colectiva Amorales que fue parte de estas expresiones, enfatizó la importancia de estas iniciativas para la conciencia y transformación social, sus obras expresaron el repudio ante el constante registro de feminicidios, el abuso sexual, la normalización de la violencia y el silencio de las víctimas ante el miedo de la revictimización que ocurre al visualizar todo tipo de violencia.
La Colectiva de Jóvenes Feministas instaló un tendedero de denuncias a acosadores en las afueras de la Catedral Metropolitana, que sirvió para que las mujeres de manera anónima realizarán denuncias de sus abusadores, como una forma de identificación de los replicadores de la violencia machista en el país.
Sin embargo la realización del performance “Un Violador en tu Camino” fue el acto de expresión colectiva que más representatividad tuvo durante la jornada que culminó en horas del mediodía en la plaza Gerardo Barrios, donde más de mil mujeres denunciaron abiertamente los abusos de la iglesia, el sistema judicial y el Estado.
Cada 8 de marzo el mundo conmemora la lucha de las mujeres por sus derechos a lo largo de la historia; principalmente recuerda la muerte de 146 mujeres estadounidenses, quienes en New York fallecieron a causa de un incendio en una fábrica de textiles en 1911, desde donde levantaron sus voces por la reivindicación de las 8 horas laborales y con una retribución monetaria justa.