El día 14 de agosto, Sonia Ester Tabora volvió a la libertad después de pasar 7 años y medio en prisión por un delito que no cometió. El Tribunal de Sentencia de Sonsonate reconoció su error judicial al condenarla en 2005 y dictó un veredicto absolutorio. La movilización de organizaciones de mujeres y la Agrupación ciudadana por la despenalización del aborto terapéutico, ético y eugenésico apoyando a Sonia y velando por que se garantizara el debido proceso han contribuido a reparar la injusticia cometida con esta mujer.
Sonia tiene ahora 27 años, nació en el Cantón Buena Vista del Municipio de Sacacoyo, en el departamento de la Libertad. Una localidad, donde 4 de cada 10 personas viven en situación de pobreza, por ello y ante la falta de alternativas laborales en su comunidad, Sonia a sus 18 años, fue a San Salvador a buscar trabajo. Mientras estaba en la estación de buses de Sonsonate, fue violada por un hombre, éste agresor fue detenido ante la resistencia y gritos de Sonia. Pese a este trauma Sonia consiguió un trabajo de empleada doméstica en la capital. No pudo asistir al juicio contra su violador porque no le dieron permiso en su trabajo y el juez lo puso en libertad a pesar de que lo habían detenido en flagrancia.
Poco tiempo después la muerte de su madre provoca en Sonia una profunda depresión. Cuando tenía 20 años, una relación afectiva y de abandono la deja sola y embarazada. Por temor a perder el trabajo ocultó su embarazo ante sus patronos. Tampoco dijo nada a su familia, por miedo a que la reprendieran. El 19 de febrero de 2005, en una visita a su cantón, cuando ya estaba de 7 meses de embarazo, sintió dolores y se fue para el cafetal, donde tuvo un parto ella sola, en la noche y sin que nadie le atendiera. Su hermana y su padre preocupados porque había desaparecido la buscaron y la encontraron en el monte, sangrando, en estado de shock y sin habla, por lo que no les pudo explicar que le había pasado. Pensaron que tal vez se había querido suicidar, por el estado de depresión en que vivía y la llevaron a la Unidad de Salud del cantón Botoncillal en Lourdes Colón, sin pensar que sería el inicio de un proceso doloroso que llevó a Sonia a una condena de 30 años de prisión, pues cuando todavía estaba traumatizada, le explicó al doctor Mauricio Ernesto Flores Morales, lo que le había sucedido, este médico, faltando al secreto profesional, se jacto de “haberle sacado la verdad” e informó a la policía, asumiendo que había sido un aborto provocado, después él mismo fue al cafetal donde habían encontrado a Sonia, hallando un feto de sexo femenino, de unos 7 meses de gestación. A partir de este momento denunciaron a Sonia no reconociendo su presunción de inocencia ni las explicaciones que ella dio. Dos días después la Fiscalía ya solicitó detención formal por homicidio agravado. El 24 de de febrero se desarrolló la audiencia inicial, resolviendo elevar la causa a instrucción y decretar la detención provisional como si fuera una asesina peligrosa. Desde entonces Sonia ya no regresó a su casa. Paso directamente de la cama de la Unidad de Salud a la cárcel. A los 15 días la Fiscalía regreso donde la familia de Sonia, obligándoles a exhumar restos de la criatura para hacer la prueba de ADN y presionarles para que asentarán legalmente a la criatura en la Alcaldía Municipal. No tenían prueba si la criatura había nacido muerta o viva, pero sí tener una partida de nacimiento para inculpar a Sonia.
El Tribunal de Sentencia de Sonsonate realizó audiencia de vista pública el 10 de agosto del 2005, declarando a Sonia Tabora culpable del delito imputado y condenándola a 30 años de prisión. Por falta de recursos para pagar un abogado, tuvo un defensor público que no defendió su inocencia, no rebatió la falta de pruebas directas y únicamente solicitó rebajar la pena a homicidio culposo. Una vez condenada, tampoco interpuso Recurso de Casación para que se revisara la sentencia. Durante más de 7 años de cárcel, Sonia tuvo pocas visitas de su familia por falta de recursos, siguió sufriendo depresión pese a lo cual hacía bordados y para resolver necesidades básicas lavaba ropa ajena.
La Agrupación ciudadana por la despenalización del aborto terapéutico, ético y eugenésico conoció la situación en que estaba esta mujer y asumimos su defensa. El día 21 de junio de 2012 presentamos ante el Tribunal de Sentencia de Sonsonate un Recurso de Revisión de Sentencia de la resolución condenatoria dictada por ese mismo Tribunal. La Audiencia de Revisión de Sentencia fue señalada para el 16 de julio, pero se suspendió porque la Unidad de traslado de reas, no llevo a Sonia al Centro Judicial. El tribunal volvió a fijar fecha para el 23 de julio y nuevamente no fue trasladada Sonia, una vez más la audiencia se postergo. Ante esta situación, integrantes de organizaciones de mujeres y otros defensores de sus derechos se trasladaron a la Sección de Traslado de Reos de Occidente, con sede en Santa Ana para exigir que no se siguiera entorpeciendo el proceso de revisión de la sentencia de Sonia. Así mismo, el Procurador para la Defensa de los DDHH realizo gestiones ante esta Unidad, dentro de sus funciones de velar por el debido proceso.
Finalmente el 30 de julio se realizó la Audiencia de Revisión en el Tribunal Colegiado conformado por las juezas Licda. Miriam Geraldina Aldana Revelo, Licda. María Isabel Cabeza Hurtado, Licda. Sonia Noemí Reyes. En esta ocasión, Sonia Tabora estuvo defendida por el Lic. Víctor Hugo Mata Tobar integrante de nuestra Agrupación Ciudadana, que alegó la falta de pruebas directas para la condena, porque no se realizó autopsia para determinar si la criatura había nacido viva o muerta. Solicitó la revisión de la sentencia defendiendo la presunción de inocencia ante la falta de pruebas fehacientes, alegando ante la acusación de abandono, que aun cuando la criatura hubiera nacido viva, Sonia, no estaba en condiciones de cuidarla, pues se encontraba en estado de shock. Los peritajes del Dr. José Mario Nájera Ochoa y el Dr. Jaime Ricardo Presidente Errarte, presentados por la defensa, demostraron que no es posible afirmar que la criatura nació viva y que toda la información existente hace concluir que nació con pérdida del volumen de sangre, no habiendo necropsia médico legal, para determinar causa y manera de muerte.
El Tribunal fijo el 31 de julio como fecha para la lectura del fallo de la sentencia, pero por tercera vez se tuvo un aplazamiento de este proceso de revisión. Se fijo nueva fecha el 14 de agosto, donde se leyó la resolución absolutoria poniendo en inmediata libertad a Sonia Tabora. El Tribunal no admitió la demanda de indemnización para resarcir este error judicial que ha costado a Sonia 7 años de su vida.
A las 2:00 pm salió Sonia del Centro Judicial, fue recibida con aplausos, palabras de apoyo y alegría por más de un centenar de personas, en su inmensa mayoría mujeres, que la estuvieron apoyando durante todo este proceso de revisión de sentencia.
Este caso muestra una vez más como las mujeres que viven en situación de pobreza y marginación, con bajos niveles educativos, son frecuentemente acusadas de aborto provocado o de homicidio agravado, cuando por problemas obstétricos sufren partos adelantados y no asistidos donde muere el feto. Cuando van a buscar ayuda a los hospitales públicos, frecuentemente, son denunciadas por personal sanitario, que por falta de información, violan el secreto profesional e informan a la policía, al pensar que la penalización absoluta del aborto en El Salvador les obliga a ello.
A esta situación se suma un negligente trabajo de la Fiscalía que hace investigaciones superficiales, sin pruebas directas y científicas, al Instituto de Medicina Legal, con informes forenses que no cumplen adecuadamente los protocolos que les darían certeza científica, con abogados públicos que no garantizan una defensa comprometida y eficaz a las personas pobres a quienes defienden, que no aportan pruebas de descargo y en muchos casos no recurren las sentencias condenatorias. A este marco de fragilidad judicial se suman también tribunales que no aplican con acuciosidad la presunción de inocencia y la sana crítica, que no fundamentan sus fallos condenatorios solo sobre la base de pruebas irrefutables, directas, científicas, pudiendo llegar a actuaciones imprudentes y en algunos casos, influidas por prejuicios clasistas, patriarcales o religiosos.
Pero la revisión de sentencia y la resolución absolutoria también muestran que una acción ciudadana comprometida y beligerante puede contribuir a que el sistema judicial actúe con mayor agilidad y los Tribunales garanticen el debido proceso y puedan llegar a rectificar, como en este caso, anteriores resoluciones erróneas. En este sentido reconocemos la correcta actuación de las magistradas del Tribunal de Sentencia de Sonsonate al dictar una resolución absolutoria y poner en libertad a Sonia Tabora.
El caso de Sonia no es aislado, otras mujeres están cumpliendo condenas por casos muy parecidos, en los que el sistema de salud y de justicia también les fallaron. La Agrupación Ciudadana, el Movimiento por la Interrupción Legal del Embarazo por la Salud de las Mujeres (MILES), la Unión de Organizaciones Locales de Mujeres, la Colectiva feminista para el Desarrollo Local, Católicas por el Derecho a Decidir, seguiremos trabajando por la libertad de estas mujeres injustamente encarceladas y por la modificación de la legislación para que se regule la posibilidad de interrupción de un embarazo por motivos de salud de las mujeres.
Agradecemos el apoyo de las personas y organizaciones de mujeres y defensoras de derechos humanos que desde diversos puntos de El Salvador y desde otros países se han solidarizado y apoyado la lucha por lograr justicia y libertad para Sonia Tabora, en especial a las siguientes organizaciones:
Agrupación Ciudadana por la despenalización del aborto terapéutico, ético y eugenésico, Asociación de Mujeres de Guaymango «ASDIGM», Asociación de Mujeres de San Julián «ADEMUSAJ», Asociación de Mujeres de Santo Domingo Guzmán, Asociación por el respeto a los derechos de las mujeres «Ardemusa», Asociación de Católicas por el derecho a decidir, Movimiento por la interrupción legal del embarazo por la salud de las mujeres «MILES», Asociación de Mujeres Salvadoreñas en Acción del Barrio San Jacinto “AMSAB-SJ” Concertación de mujeres de Suchitoto, Asociación colectiva de mujeres ACOMEST, Asociación de parteras de Suchitoto Rosa Andrade, asociación para el Desarrollo y Defensa de la mujer (APDM), Colectiva feminista para el desarrollo local, Unión de mujeres Salvadoreñas. Confluencia Feminista Mesoamericana Las Petateras, Central America Women’s Network (CAWN), Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), Centro de Intercambio y Servicios para el Cono Sur (CISCSA), RED MUJER Y HÁBITAT – LAC, Red de mujeres contra la violencia Nicaragua, Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Católicas por el Derecho a Decidir Nicaragua (CDD), Ipas CA, Red de Mujeres Afro caribeñas, Afro latinoamericanas y de la Diáspora, Movimiento Feminista de Nicaragua ,Voces Caribeñas, Grupo Feminista de León, Servicios Integrales para la Mujer – SI Mujer – Nicaragua