Caminar mientras sale el sol por la mañana, sentarse a platicar con una vecina en el parque o andar en bicicleta, parecen ser cosas prohibidas para las mujeres y la juventud, en un país donde el acoso sexual y los asaltos acompañados de violaciones sexuales están a la orden del día con el peligro de perder hasta la vida. En vez de exigir castigo a la delincuencia, el machismo imperante ha mandado a las mujeres y a los jóvenes a restringir su derecho de circular libremente y de manera segura mientras deben resignarse a los espacios privados. Una realidad que urge revertir.
Mujeres y Juventudes: recuperando nuestros espacios, es el nombre de una serie de festivales que se realizaron todos los viernes en el mes de julio en el parque San José de la Colonia San Luis, en San Salvador, organizado por la Red Salvadoreña de Derechos Humanos, Cultura Trans, Jóvenes Voceras y Voceros, Asociación de Mujeres del Barrio San Jacinto y la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, con el apoyo de Ayuntamiento de Barcelona, Área Metropolitana de Barcelona y Cooperacció. Con el objetivo de contribuir a visibilizar la discriminación que las mujeres y juventudes atraviesan en la cuidad y los espacios públicos, así como plantear propuestas para la utilización de la ciudad de San Salvador de forma segura, equitativa y democrática.
El primer festival del pasado viernes 5 de julio, fue el lanzamiento de la primera actividad en donde participaron diversas mujeres y juventudes, teniendo como objetivo principal realizar diversidad de actividades, como futbol, juegos de mesa, salta-cuerda y muchos más. De esta manera apropiarse y disfrutar de los espacios públicos.
El segundo festival del pasado viernes 12 de julio, se llevó a cabo la presentación de la obra de teatro “El tendedero con Gertrudis y Petra”, buscado promover la participación y empoderamiento de las mujeres y las juventudes desde la cotidianidad, brindando aportes que permitan identificar y adquirir herramientas para las exigencias de los derechos de cada una y uno.
El tercer festival del pasado viernes 19 de julio se presentó un cine foro, con la película Maléfica, teniendo como objetivo principal, reflexionar desde una perspectiva crítica y feminista donde se pudiera analizar, el machismo, las desigualdades que enfrentan las mujeres para acceder a puestos de toma de decisión, el empoderamiento y la autonomía de las mujeres y las juventudes.
Y por último, el Festival de Cierre que se realizó el sábado 20 de julio el parque San José, se llenó de risas y juegos para mujeres y adolescentes, demostraciones artísticas, como malabarismo y música; mujeres y jóvenes de diversas edades disfrutaron del festival en el que concluyó el mes de actividades y donde además compartieron el llamado a reivindicar el derecho que tienen las mujeres y las personas jóvenes a circular libres de violencia sin discriminación en los espacios públicos.
«Queremos contribuir a disminuir la discriminación contra las mujeres y jóvenes al utilizar los espacios públicos, es un logro que hoy estemos en este parque y que nos sintamos seguras en un espacio público, que la gente se sienta segura y en un espacio de confianza», dijo Amanda Quijano organizadora e integrante de la Colectiva Feminista, «me siento segura y contenta de compartir con otras mujeres y jóvenes de manera diferente inclusiva y sin discriminación», añadió.
Lucas Rodríguez de Cultura Trans dijo que en esta actividad había experimentado un sentimiento de inclusión, un espacio donde se pudo identificar como una persona trans de un grupo LGBTI y estar ahí sin ninguna discriminación. «Es importante abrir espacios para la convivencia sin estigmas, que la población sepa identificar que hay muchas más facetas en el colectivo LGBTI y no solo lo sexual» dijo.
Cristina Escobar de Jóvenes Voceras y Voceros dijo que durante esta actividad se había sentido segura y tranquila, «es importante que con este festival podamos acercarnos a las personas y decirles que es posible una tarde en un parque para poder escuchar música, ver malabaristas, tener una visión para que podamos disfrutar y recrearnos de manera muy diferente».
El derecho a circular libremente y de manera segura sin distinción de edad o sexo es un derecho plasmado en la Constitución de El Salvador, según en el artículo 4, el Estado y sus instituciones están obligados a brindar esa seguridad porque estar en los espacios públicos también es un derecho humano que las mujeres y las jóvenes reclaman para hacer uso de ellos y que no exista discriminación y que haya inclusión para todas y todos.