Comunicado
Desde la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local reivindicamos el derecho a una vida libre de violencias para las mujeres
San Salvador, 25 de noviembre 2020. Este día desde la Colectiva Feminista nos unimos a la reivindicación de la lucha histórica de los movimientos feministas y de mujeres a nivel local, nacional e internacional.
Nos sumamos al reconocimiento de las mujeres defensoras de DDHH, activistas, periodistas, políticas, sindicalistas, jóvenes, indígenas, lesbianas, bisexuales, transgénero, trabajadoras sexuales, adultas mayores, mujeres con discapacidad, mujeres rurales y urbanas, entre otras identidades que, en su amplia diversidad, trabajan para transformar las desigualdades en nuestro país y luchan por una sociedad sin violencia contra las mujeres y las disidencias sexo-genéricas.
Este 25 de noviembre alzamos nuestra voz para exigir a las instituciones del Estado un ALTO a los feminicidios, a las desapariciones forzadas, a la violencia sexual que enfrentan niñas, adolescentes y mujeres, a los crímenes de odio contra las personas LGBTIQ por su orientación sexual y/o identidad de género, a la persecución, criminalización, amenazas y agresiones contra las defensoras de derechos humanos (63 agresiones registradas en el primer semestre de 2020), a la negación del derecho a la salud de las mujeres, sobre todo a nivel de salud sexual y reproductiva (250 niñas con embarazos impuestos de enero a junio 2020), a la falta de acceso a educación integral en sexualidad, al aborto seguro, legal y gratuito, al menos, en las cuatro causales (18 mujeres privadas de libertad), a las reiteradas vulneraciones de la laicidad del Estado, al Estado de Derecho y a la institucionalidad democrática. Exigimos un alto a los ataques misóginos contra periodistas y defensoras de DDHH por parte de funcionarios públicos, a la violencia simbólica y el discurso de odio que se convierte en legitimador de la violencia de género y otras violaciones de DDHH.
Las violencias y las diferentes situaciones de vulnerabilidad social que enfrentan mujeres, jóvenes y niñas debe ser un tema prioritario de agenda para el Estado, garantizando los derechos fundamentales para que gocen una vida libre sin violencia, y esto, debe verse reflejado en las decisiones, acciones y medidas que tanto a nivel político como económico toman las distintas instituciones. En ese sentido, lamentamos la reducción significativa en el presupuesto general de la nación en lo que respecta a los derechos humanos de las mujeres (PGR, ISDEMU, PDDH, entre otras).
Sin duda, este año ha sido inusual por todas las situaciones que hemos tenido que enfrentar la COVID-19, que ha visibilizado y profundizado las desigualdades, la crisis de cuidado, la discriminación y las violencias que genera el sistema sis-hetero-clasista-racista-capitalista y patriarcal en que vivimos.
Decir que la COVID-19 es el “único enemigo” a enfrentar, niega y limita las posibilidades de abordar de manera integral diversas crisis que necesitamos superar, la impunidad y la corrupción en las distintas instituciones de Estado, la falta de acceso al agua potable que afecta y que sobrecarga tareas de cuidado para las niñas y mujeres, el debilitamiento de los servicios públicos de salud, la precariedad laboral, la inseguridad económica, las faltas de garantías a servicios de salud con calidad y calidez, el reconocimiento y garantía del derecho a defender a derechos humanos y el respeto a la libertad de expresión, entre otras, que impacta de manera diferenciada en los cuerpos, vidas e historias de las niñas, jóvenes, mujeres y disidencias sexo-genéricas.
Ante estas desigualdades y violencias que han quedado al descubierto con esta pandemia exigimos:
1. La aplicación de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV) por parte del Sistema Judicial en El Salvador, en todos los casos de violencia feminicida, sin distinción alguna.
2. Al Estado Salvadoreño la priorización presupuestaria que busque el fortalecimiento de las instituciones responsables de la protección y garantía del derecho a una vida libre de violencia para las mujeres.
3. Exigimos a la Asamblea Legislativa incorporar la perspectiva de género en los estudios y análisis que realizan, así como la aprobación con prontitud de la Ley por el reconocimiento y protección de las personas defensoras de derechos humanos y la ley de protección al gremio periodístico, la aprobación de la ley general de agua y por la soberanía alimentaria. La despenalización del aborto, al menos, en cuatro causales, la ley de pueblos indígenas, así como la histórica deuda de la ratificación de la CEDAW.
Exigimos a la FGR y a la PNC, realizar investigaciones apegadas a derecho y eficaces para dar con los responsables de los crímenes feminicidas y de odio contra personas LGBTIQ orientados a brindar una pronta y cumplida justicia.
Finalmente, nos solidarizamos: Con las mujeres, adolescentes, niñas y niños, personas LGBTIQ que en este momento están enfrentando discriminación, abuso sexual y/o violencia y les reafirmamos que no están solas. Así mismo, exhortamos a la población en general a contribuir con la denuncia ciudadana y aplicación de la justicia con un enfoque de no discriminación y de cese a la impunidad de la violencia feminicida.
Hoy más que nunca reafirmamos nuestro compromiso con las mujeres sobrevivientes de violencia.
¡Ni una Menos!