Colectiva Feminista se alista para las lluvias en el Bajo Lempa
Cada año, las organizaciones de mujeres mejoran su labor durante las emergencias procurando que los roles domésticos tradicionales asignados a hombres y mujeres no se reproduzcan en los albergues, organizándose para prevenir situaciones de violencia y haciendo que entre los artículos que se envían a los albergues se tengan en cuenta las necesidades específicas de las mujeres. La presidenta de la Colectiva Feminista, Milagro Alvarado, también denunció que ni la CEL ni el gobierno han cumplido con las obras y medidas necesarias para paliar el riesgo en el Bajo Lempa.
Con la llegada del invierno, la Colectiva Feminista ha comenzado a prepararse en la zona del Bajo Lempa, en Usulután, una de las más afectadas el año pasado durante la depresión 12E. Para este invierno, ya han comprado artículos como carpas, lámparas, botas de hule o cocinas.
La presidenta de la Colectiva, Milagro Alvarado, quien coordina 12 de las comunidades de San Marcos Lempa, explicó cómo las experiencias vividas durante las pasadas temporadas lluviosas han hecho que las organizaciones de mujeres incorporen la visión de medio ambiente y gestión de riesgo a todos los proyectos que realizan
Estas experiencias también las han hecho recapacitar sobre cómo el deterioro del medio ambiente y las situaciones de desastre afectan de formas distintas al trabajo y la vida de hombres y mujeres. Según Alvarado, “los hombres en una situación de emergencia ven específicamente por el tema bienes y toman un rol más de salvadores. Eso los sitúa en coordinación con instituciones; y a las mujeres el rol que se les asigna es más bien la protección de la familia, las labores en la cocina, el cuidado de los niños, las niñas, para las tareas domésticas. O sea, que se intenta hacer una extensión del rol doméstico de la mujer asignado en la sociedad en esas situaciones también”.
Para combatir estos roles, Milagro contó cómo el año pasado se promovió que fuese un hombre quien coordinase las labores de la cocina en el albergue.
La Colectiva ha buscado visibilizar las necesidades específicas de las mujeres relativas a su seguridad alimentaria y su salud buscando que se provea a los albergues de artículos como ropa interior, ropa para embarazadas, toallas sanitarias o medicamentos destinados a infecciones vaginales u hongos.
La convivencia en albergues saca a relucir situaciones de violencia con las que han tenido que lidiar organizando comisiones de seguridad y vigilancia y coordinándose con la policía para que, en caso de descubrir casos de violencia, que el agresor sea arrestado.
Respecto a las previsiones para este invierno, la presidenta de la Colectiva Feminista anunció que se espera que sea parecido al anterior pero que el impacto sea menor, ya que ahora los comités están mejor organizados y provistos.
No obstante, Milagro no escondió que la situación podría ser mucho mejor si el gobierno y la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) hubiesen construido las bordas y drenos que habían prometido. En lugar de eso, la CEL se limita a donar víveres cuando se inunda la zona y programa las descargas de agua de la presa 15 de Septiembre teniendo como criterio la mayor producción de energía eléctrica, aunque esto provoque mayores daños a la zona del Bajo Lempa.
“Por parte del gobierno están reparando tramos pero no es una solución completa. Viene una buena descarga de la represa y eso va a volver a salir volando», denunció la presidenta de la Colectiva Feminista.