TERCER TRIBUNAL SIMBÓLICO DE JUSTICIA Y REPARACIÓN PARA LAS MUJERES

COMUNICADO DE PRENSA

San salvador, 04 de diciembre 2020. Un tribunal simbólico o tribunal de justicia restaurativa, es un espacio que se crea con el fin de brindar reparación moral a víctimas que han sufrido severas violaciones de derechos humanos, de modo que las personas afectadas y sus familiares tengan la posibilidad de compartir sus experiencias y de ser escuchadas, para que la sociedad reconozca las vulneraciones y el daño del que han sido víctimas, analizando los casos con enfoque de género, verdad y justicia.

De acuerdo al Manual Sobre Programas de Justicia Restaurativa preparado para la Oficina de las Naciones Unidas contra La Droga y el Delito (UNODC), las graves violaciones a derechos humanos, no sólo infringen la ley, sino también hieren el honor y dignidad de las víctimas. Es en ese sentido que por medio de los tribunales de justicia simbólica lo que se pretende es brindar atención a esa afectación moral causada a las víctimas, reconocer y validar el sufrimiento que conlleva esta afectación.  

Los tribunales de justicia restaurativa en El Salvador son una práctica reciente, que han demostrado que existe la necesidad de reconocimiento y resarcimiento moral para aquellas personas que han enfrentado graves violaciones a sus derechos humanos y cuyos casos no han sido juzgados conforme a la verdad y la justicia. En virtud de lo anterior, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico,  el Ilustrísimo Colegio de Abogacía (ICAB) y la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, unen esfuerzos para instaurar por tercera ocasión, un Tribunal Simbólico de Justicia y Reparación para las Mujeres, creado para brindar resarcimiento moral a mujeres víctimas de la violencia machista y del ordenamiento jurídico penal que contempla la prohibición absoluta de la interrupción del embarazo.  

El Estado salvadoreño tiene una deuda histórica con las mujeres, ya que son muchos los casos de violencia que quedan en la impunidad, debido a la falta de respuesta oportuna por parte de las instituciones encargadas de la investigación y persecución del delito y al sistema patriarcal que rige el accionar de los operadores de justicia en nuestro país. 

Uno de los tipos de violencia que las mujeres enfrentan a diario, es la violencia obstétrica ejercida por el Estado. El Salvador tiene una de las legislaciones más restrictivas del mundo en materia del aborto, como consecuencia del retroceso en la normativa del país, ya que en el año 1998 se reformó la legislación penal salvadoreña por parte de la Asamblea Legislativa, modificando los artículos del Código Penal que contemplaban lo que se conocía como “aborto no punible” que consideraba tres figuras por las cuales se podía interrumpir el embarazo, siendo la primera cuando la vida de la mujer estaba en peligro por razones relacionadas con el embarazo (aborto terapéutico), la segunda cuando el feto presentaba malformaciones severas (aborto eugenésico) y cuando el embarazo era producto de una violación (aborto ético). En esa reforma se aprobó una modificación al artículo 1 de la Constitución de El Salvador, otorgando el estatus de “persona” al ser humano en formación desde “el instante de la concepción”.

Así mismo vivimos en un país con altos índices de violencia feminicida, durante este año 2020 de acuerdo a datos de la REDFEM se han identificado por medio del monitoreo de medios 88 feminicidios hasta noviembre, alrededor de 2,519 mujeres atendidas de enero a abril en UNIMUJER ODAC, si bien nuestra legislación reconoce el derecho a una vida libre de violencia, sigue existiendo una debilidad de parte de las instituciones para brindar una respuesta oportuna, ágil y de calidad para atender esta problemática.

Es importante visibilizar las violaciones a derechos humanos de las mujeres, generar conciencia sobre esas vulneraciones y de la responsabilidad que como sociedad nos corresponde en cuanto a la exigibilidad de justicia para las víctimas. 

EL TRIBUNAL SIMBÓLICO DE JUSTICIA Y REPARACIÓN PARA LAS MUJERES TIENE COMO OBJETIVO

Dar a conocer la violencia del Estado a través de las historias de Manuela y Elda para evidenciar la importancia del acceso a la justicia y no impunidad, a fin de mantener la memoria y brindar una reparación moral y simbólica para sus familias y la sociedad salvadoreña, a 10 años que sus vidas fueran arrebatadas por un sistema machista y patriarcal. 

Objetivos específicos: 

1.         Honrar la memoria de dos mujeres que perdieron la vida por la violencia estatal y machista. Una por la criminalización absoluta del aborto y otro producto de conductas misóginas que conllevan a una impunidad social y estatal. 

2.         Dar a conocer la necesidad de justicia y reparación integral para el caso de Manuela en el marco del proceso de litigio estratégico ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

3.         Denunciar la impunidad del feminicidio agravado de Elda Ramos ocurrido hace 11 años para posibilitar una alternativa de reparación moral a familiares y sociedad salvadoreña.

CARÁCTER DEL TRIBUNAL:

El carácter del Tribunal es simbólico y restaurativo, significa que busca brindar un resarcimiento moral por los daños a las víctimas directas de violaciones a sus derechos, a sus familiares y personas cercanas que también se han visto afectadas. Para cada caso se emitirá una resolución de carácter simbólico con argumentos jurídicos.